Carta 1- De Nippur de Lagash para un Hada

 

CARTA DE NIPPUR A UN HADA

 

 

Comisión: 5

Profesor: Santiago Castellano

Modalidad: Individual

Alumno: Ari Capalbo

 

 

Carta:

Mi nombre es Nippur De Lagash. Muchos me conocen como El Errante, ya que desde mi temprana juventud vago por los caminos del Elam, de la Mesopotamia y de toda la media luna de las tierras fértiles.

No he vuelto desde entonces a la casa de mis padres, en mi añorada Lagash que día tras día se desvanece en mi mente como un vago recuerdo. Decidí partir en busca de aventura, de conocimientos.

Deseaba conocer el ancho mundo, pero prontamente de una u otra forma he sido guiado a lugares y situaciones imprevistas donde tuve que enfrentarme a enemigos poderosos, a reyes codiciosos, a guerreros brutales en defensa de los oprimidos y así establecer la justicia.

Cada vez que emprendo con la mente libre de pensamientos un camino sin meta, no tardan en aparecer las señales que me llevan a la próxima batalla.

Así, mi cuerpo, sin buscarlo, ha sido curtido por mil soles que golpean el desierto como el martillo al yunque. He atravesado las noches heladas de las montañas más altas.

En mi piel endurecida brillan las cicatrices de mil espadas, y a mí mismo me asombra que en todos los combates singulares he salido victorioso...Sin embargo, no alcanzo a descubrir en mi eterno errar el propósito de este viaje que parece no tener fin... mi corazón anhela profundamente volver a mi Lagash natal y por fin descansar...

Nippur, el viejo Nippur como suelo llamarme ya, no conoce otro descanso que el de oscuras posadas malolientes y el de las toscas mesas de las tabernas servidas con burdo vino entre las grotescas risotadas y los agrios resoplidos de los toscos comensales.

Es cierto también que ha obtenido el efímero consuelo de bellas doncellas que acogieron en sus delicadas alcobas a este triste guerrero. Ninguna, sin embargo, ha logrado atraparme. El viaje debe siempre continuar, pero esta vez puedo intuir algo...

Sé que tú, oh hada, has estado siempre caminando detrás mío. Cuando giro mi cabeza no puedo verte, pero sé que estás ahí. Eres tú la que me ha llevado a cada encrucijada, a cada batalla, a cada lucha en defensa de los pobres.

Y por una sola vez, oh hada, voy a pedirte que me concedas un deseo, el deseo más profundo, más anhelado, que surge desde el centro de mi corazón.

No te pediré volver a mi amada Lagash, ni siquiera salir indemne de los futuros combates. Mucho menos te pediré la eternidad. Solo quiero que me confieras una respuesta: ¿Por qué me has guiado por estos caminos? ¿Cuál es el propósito de mi existencia? ¿Qué sentido tiene este errar?

Guía mis pasos, como siempre lo has hecho, y condúceme al umbral donde se desvele, por fin, tu misterioso ser. Anhelo contemplar tu rostro y embriagarme con la dulce melodía de tu voz. Quizás este sea el destino último de mi periplo, y la recompensa por cada gota de sangre que mi espada ha derramado en los vastos campos de batalla.

Contesta mis preguntas, oh hada, porque necesito saber, aun si mi vida deba ser el precio a pagar.

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